EL GATO EN EL CINE
"CAT, UN DÍA UN GATO" de VOJTECH JASNY, 1963, es un clásico del cine que nos muestra como la sociedad de hoy
en día es vista a través de los ojos de un gato inteligente. Es un cuento de hadas moderno,
protagonizado por un gato que ve a las personas de diferentes colores, según sus caracterísiticas ocultas.
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El primer gato que alcanzó una celebridad de verdadera estrella en el mundo del cómic primero, y del cine después, es sin duda Félix el Gato. Pero Félix nació en 1917 de la pluma del dibujante australiano Pat Sullivan, y en 1923 sus aventuras en forma de tiras cómicas aparecieron en periódicos y revistas de todo el mundo. Félix es un gato blanco y negro, de perfil estilizadísimo y sencillo, mirada tierna y ánimo casi humano. Dotado de un gran sentido del humor, es un verdadero filósofo, siempre de buen humor y con una inagotable fantasía. No
tiene mucho de gato y, como dice el escritor Marcel Brion, Félix no entra en ninguna categoría del mundo animal. Es amado por su constante buen humor, por su capacidad de disfrutar de las cosas sencillas y por la confianza que tiene en sí mismo... Su popularidad condujo al cine estadounidense a hacer de él el protagonista, en 1930, del primer dibujo animado sonoro. A partir de Félix muchos otros gatos «animados» han entrado en el cine. Desde Pata de Palo, salido en 1928 del mágico reino de Walt Disney, nunca protagonista pero siempre presente en las aventuras del ratón Mickey, su acérrimo enemigo, al gato Silvestre, un pobre gato casero perseguido por el petulante canario Piolín.
Los dibujos animados con sus personajes «animales» están muy lejos de estar destinados a un público infantil: sus contenidos a menudo conquistan también a los «mayores», que ade-más están en condiciones de apreciar la belleza y la perfección gráfica. Baste pensar en Tom y Jerry, creados en 1939 por Hanna 8 Barbera, que con sus peripecias, distinguidas por un mismo hilo conductor (los fallidos intentos del pobre Tom, gato casero, de esca-par de las provocaciones de los dos ratoncitos) obtuvie-ron siete Oscars.
Pero el dibujo animado más complejo en su realización es el producido en 1970 por una gran empresa cinemato-gráfica, la Walt Disney. Los Aristogatos, conmovedora historia de una familia de gatos, revela tras sus imágenes un ingente trabajo: más de 50 kilómetros de película y más de 35 dibujantes empeñados en la realización de nada menos que 325.000 dibujos que se emplearon para conmover a los espectadores con las vicisitudes de Duquesa, la dulce gata blanca, madre de los deliciosos Bizet, Matisse y Minou, de los que se enamora un pobre y sencillo o callejero, de nombre mas 0Molley. Ingredientes tradicionales: el amor de los dos gatos complicado por la distancia existente entre los dos, ella noble y de modales educados, él pobre y tosco.
Otra película de dibujos animados de Walt Disney siempre con un gato por protagonista, es Oliver & Company (1989), mordaz panorámica de aventuras plenas de imprevistos y, oralmente, con final feliz para el gato Oliver. Muy lejos de los demás dibujos animados está Fritz, el gato Ralph Bakshi, destinado aun público adulto (en efecto la película inspirada en tiras está prohibida para menores), un público rebelde que ama la transgresión tanto que Fritz personifica el laxismo.
N0 SÓLO EN LOS DIBUJOS ANIMADOS
El gato no es sólo intérprete de relieve en el cine de dibujos animados, sino que aparece. en muchas otras producciones, se convierte incluso en heredero, a la muerte de su amo, de un ingente patrimonio. Es lo que contaba Arthur Lubin en 1951 en E/ gato millonario, donde el hábil gato consigue evitar todas las insidias urdidas por la hija del amo que, al verse privada de la herencia, intenta liberarse del astuto animal por todos los medios.
En 1963 Walt Disney nos regaló una encantadora película: E/ viaje increíble, historia de un gato siamés en fuga hacia el oeste en compañía de dos perros. Otro gato siamés en el papel de un policía que persigue a una banda de atracadores que mantienen como rehén a la cajera de un banco será el protagonista de una película de Robert Steven-son, E/ gato del F.B.l., una producción de Walt Disney de 1965. También de las producciones Disney es otra película que ve al pequeño felino como protagonista: E/ gato venido del espacio (1977), dirigido por Norman Tokar.
Pero, también en las pelícu-las donde tiene un papel escasamente relevante, el gato no se olvida. La lista es larga y podemos citar sólo algunas de las más famosas. Empecemos por un clásico de los años treinta, E/ signo de la cruz (1932), donde un gatito, claro símbolo erótico, lame la leche de la bañera de la hermosa Claudette Colbert que interpreta el papel de Popea. En la película Los tres mosqueteros (1948) el gato aparece indefectiblemente al lado de Vincent Price que interpreta el papel de Richelieu (ilustrado galófilo, al que se deben las primeras normas proteccionistas en favor del gato). Presencia inquietante, alusivo símbolo de los poderes brujeriles de su ama (Kim Novak) es el gato de Me enamoré de una bruja (1958) mientras que en Desayuno con diamantes (1961) el gato Gato (éste era el nombre del felino) se asocia indisolublemente a la etérea figura de Audrey Hepburn. El gato (un maravilloso persa blanca) es símbolo de las malvadas pulsiones del hombre que en toda la serie de James Bond (Sean Connery) es indefectiblemente acariciado por el inasible jefe de la organización criminal contra la que lucha Bond, tal como el gato aparece en El Padrino (1972) de F. F. Coppola con Marlon Brando. Protagonista, en cambio, de escenas hilarantes es el gato que acompaña a Elliot Gould en El largo adiós (1973). Por último, la proverbial capacidad de supervivencia del gato es reafirmada en Alíen (1978), donde el felino es el único superviviente, junto con la protagonista, en una dramática misión espacial aniquilada por un ser con forma de cangrejo. Pero las múltiples facetas de la compleja personalidad del gato han inspirado muchas otras tramas, interesando a los directores de cine más diversos. También el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, elige a un gato, extrañamente parecido al personaje al que acompaña, para secundar a la poco tranquilizadora Mrs. Denver, ama de llaves en la casa en la que se desarrolla la película Rebecca, de 1940.
El gato de la película Alíen, del director Ridley Scott (1979), superviviente, junto con la protagonista (Sigourney Weaver), de un dramdtico viaje interplanetario.
La infinita versatilidad del gato no se agota con los papeles de los que ha sido tradicionalmente investido: originalísima, pero verosímil, es la situación en la que se encuentra en la película El gato, inspirada en la novela de G. Simenon y dirigida por Pierre Granier-Deferre en 1971. En esta circunstancia, él, el gato, es incluso objeto de odio y de celos en la tediosa vida de pareja de los dos viejos protagonistas interpretados por Simone Signoret y Jean Gabin.
Compañero de soledad pero también de un picaresco viaje de su anciano amo a través de América es el gato Tonto de la película de Paul Mazursky Harry y Tonto (1974), delicada y en el fondo optimista comedia sobre la posibilidad de disfrutar de la vida incluso en edad avanzada.
Recordemos también a Gabriel, el gato blanco (parecido a Sam0, que actúa junto al malogrado Brandon Lee en la película "El Cuervo", The Crow _ de 1994.
El cine nos propone, pues, a nuestro amigo en toda su complejidad, que lo convierte ora en un personaje tierno y cautivador, ora en espía, ora en inquietante y malvada presencia, incluso en símbolo erótico o emblema de lujuria, pero siempre presente y determinante.-